Esta semana me he dedicado conscientemente a a hacer un uso intensivo de twitter @carlesenric . He llegado algun dia a superar los 20 mensajes, pero reconozco que me ha gustado y me ha servido para conocer algunas dinamicas del comportamiento.
He visto asi de primeras diversos perfiles. Por un lado aquellos que usan twitter para sus proclamas, en general politicos y algun que otro periodista. Estos evitan el debate y circunscriben su actuacion a su discurso y el agradecimiento de sus acolitos. Un ejemplo seria @sevillajordi.
Un segundo grupo mas interesante es aquellos que permiten el dialogo y la investigacion. Defienden su postura e intercambian temas. Podemos estar de acuerdo o no, pero juegan el rol de twitter de no ser un servicio unidireccional.
Luego definiria un grupo curioso. Son aquellas que parece pasaban por alli. Aqui podriamos anadir los que parecen vivir alli, que entiende que la base del servicio es la bidireccionalidad.
En definitiva, nada alejado del dia a dia en cualquier ambito. No todos los twiteros son iguales, y por el hecho de estar aqui ninguno es mejor que otro que este fuera.
Quizas, solo sobre una cosa, y es aquellos que pretenden dar doctrina. Cual mal gobierno disfrutan con sus prohibiciones internas (ahora contesto, ahora no por que no me das la razon). Gente que le gusta prohibir lo que no entiende, y ese es un mal demasiado introducido en nuestra sociedad.
Los nuevos ‘prohibidores’, eso si deben rodearse de una excusa loable para un grupo de gente, sus patidarios, que le da fuerza a sus pobres argumentos. Usan frases-dios sin documentacion alguna, se creen representrantes de todo lo que quiere la gente, y huyen a la mas minima opcion de debate, con cualquier excusa. La mas usual no me gusta el tono de su respuesta.
Gente que es incapaz de gustar el tono en un twitter tienen luego la capacidad de facilmente dar el salto a prohibir las cosas, luego prohibir las personas, y luego no se sabe que mas.
Una experiencia en twitter te permite ver que esas acciones son un mal de nuestra propia sociedad, y quizas en vez de prohibir tantas cosas deberiamos plantearnos ‘prohibir’ a aquellos que tanto les gusta prohibir.
El camino es el debate, la discusion, la negociacion, pero nunca la imposicion, y menos la prohibicion.
Me ha gustado la opcion de twittear tan seguido, aunque haya sido solo como base para entender el comportamiento de cierta gente. Una experiencia valida que seguiremos!