El día de la fiebre

Habíamos escuchado hablar del día de la ira, el día de la venganza, incluso del día de todos los días, parafraseando aquella frase del presidente de Irak Sadam Hussein. En Cataluña que somos bien especiales también el independentismo ha querido nombrar un día mágico. Viendo hoy el juicio del ‘procés’ y la declaración de una filosofa, así dijo ejercer Marina Garcès, que menos que llamarle el ‘día de la fiebre’.

La mujer – por cierto profesora universitaria en Zaragoza y pregonera en la fiestas de Barcelona el mismo 2017 – ha empezado a declarar diciendo que el 1 octubre tenia décimas de fiebre. El juez Marchena, santa paciencia es la suya y no la de Job, le ha recriminado, no una sino varias veces, que su fiebre no es un elemento trascendental en la explicación de los hechos. Algunos creemos que ese tipo de fiebre si es causa del ‘procés’. La fiebre, como bien sabemos, puede transformarse en algo más maligno sin tratamiento. En el caso del independentismo se transforma en ira cuando no les agachan la cabeza con aquiescencia. Y hoy la filosofa parecía tener, de nuevo, fiebre.

El juez Marchena, santa paciencia es la suya y no la de Job,

Algunos creemos que el juez Marchena debería haber sido mas delicado con esa enfermedad patológica de la mujer. Debería haber cogido esa fiebre, unas décimas, y transformarla en el hilo de todos los declarantes. Esta claro que mas de uno no solo tenia décimas de fiebre sino incluso fiebre falta. Algo así, como un delirio de protagonismo. Y seamos sinceros unas décimas de fiebre no provocan el espectáculo patético, vulgar, soez y desarticulado de aquellos días. La fiebre de la filosofa, que por cierto no le impidió ir largas horas a una tertulia de ‘Catalunya Radio’, es una epidemia en la Cataluña independentista. Solo permite descansar cuando no se habla del ‘procés’. Da igual sean décimas o grados. Para esa Cataluña enferma la fiebre no sera ya excusa, simplemente es su día a día. Viven en el día de la fiebre.

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