Del Fordismo a la flexibilidad

El otro día estaba en una empresa de tecnología y alguien me explicó que estaban buscando lograr la «industrialización» de la producción. Automáticamente me recordó un artículo que leí hace unos 20 años cuando estudiaba (aprendía la vida mejor dicho) en el University College of London, titulado «From fordism to flexibility».

El profesor de economía del cual no recuerdo el nombre, tampoco del autor del artículo, lo consideraba la base de los «papers» del año. Como mi nivel de inglés era menos aceptable que el actual me dedique durante días, creo que meses e incluso años a intentar entender que era «fordism». El concepto de fondo me quedo claro; de una producción industrial, todos los seat iguales, a todos los seat personalizados. No fue pero hasta tiempo después que entendí ya no sólo el significado de la palabra fordism (del método de producción de la ford), sino todo lo que había detrás.

Volviendo a España en el 2010, que una empresa de tecnología mire hacia «industrializar» su producción, o sea volver al fordismo significa dos cosas. Una que sólo miran a un entorno local y no se dan cuenta que «fordismear» es competir sólo en costes de producción, y dos que aún hay mucho camino que recorrer en el campo de la información en la tecnología en España.

Hace 20 años me hablaban del fordismo y la flexibilidad en Londres, creo que no escuche la palabra en España hasta al menos 10 años después. Por suerte, a día de hoy los «papers o conceptos» ahora se trasmiten casi de forma inmediata, pero aún sigue siendo complicado de entender y trasmitir como canales de información.

La flexibilidad es tal en el momento actual que pensar que uno va a competir sólo por industrializar más es un error tan conceptual como grave. La diferencia entre lo bueno y lo mejor es su valor añadido, y esto esta en el conocimiento. Hay que pensar y trabajar en flexibilizar al máximo para garantizar tanto la satisfacción de los productores como de los clientes.

Si ofrecemos productos industriales, que haberlos haylos, nuestro futuro será competir con India, China o Brasil, si creamos un valor añadido a través de la tecnología o la información quizás podremos entonces no sólo avanzar, sino también entender mejor el mundo, disfrutar del día a día, y conseguir crear riqueza a nuestro alrededor.

No es fácil, ni entendible en una mañana soleada de domingo como hoy. Nadie dice que lo sea, yo mismo tarde años en entender aquel artículo en Londres; y nunca más ya me acordare del nombre del autor o del profesor del UCL, pero si del concepto del «fordism to flexibilitiy». Un concepto que puede cambiar la vida.

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